El Chile colonial (o simplemente como La Colonia) es el nombre dado al período de la historia de Chile comprendido entre los años 1598 y 1810. El periodo abarca el desarrollo del Reino de Chile, territorio bajo soberanía delImperio Español, después del llamado desastre de Curalaba que marcó el fin del período de la Conquista de Chile. La época colonial terminó en 1810 con la instalación de la Primera Junta de Gobierno de Chile, presidida por Mateo de Toro y Zambrano, dando paso al proceso de independencia de Chile.
En este periodo se formó un gran sincretismo racial y cultural, que se originó con la convivencia de españoles e indígenas. Esta época se caracterizó por la creación de una organización institucional muy compleja, el mestizaje y el sincretismo cultural que darían origen a la sociedad chilena como tal.
En los inicios de la colonia, en el siglo XVI la economía se basaba en la Encomienda. Este sistema consistía en que a un encomendero se le asignaban un grupo de indígenas que trabajaban para él y defendían el territorio de la Corona. A cambio, el encomendero les daba protección, evangelización, vestuario y alimento. Por la progresiva disminución de indígenas este sistema ya no era sustentable, por lo que la Hacienda, en el siglo XVII, se transforma en la base de la economía rural. Estos grandes terrenos, en que se realizaban actividades agropecuarias, tenían talleres para la fabricación de los elementos que necesitaban, por lo que la hacienda era capaz de autoabastecerse. El hacendado, generalmente criollo, estaba a cargo de su hacienda. Él se encargaba de contratar inquilinos y peones como mano de obra. Los primeros trabajaban en faenas productivas y protegían los límites del territorio, a cambio, recibían una tierra para vivir, cultivar y criar ganado. Los segundos, solían vagabundear por los campos, buscando trabajo en las haciendas durante los tiempos de cosecha.